La capilla Santa Anita rodeada por unas cuantas casas y cercana a la casona patronal y la cancha de fútbol que recuerda la época del fundo agrario, recibe todos los fines de semana durante Marzo a Diciembre a
los participantes del catecismo, confirmación, procesiones y eventos festivos locales celebrados en su interior, además de misioneros llegados de otras regiones, los cuales hacen uso del inmueble y de sus instalaciones.
Nace la inquietud de la propia comunidad por mejorar las
condiciones de habitabilidad evidenciadas por el paso de los años, y que, desde la mirada de la arquitectura, con
mínimas operaciones quitar su imagen doméstica.
En este contexto rural aislado, existe la ausencia de
medios, equipamientos e infraestructuras
públicas, vuelve así la idea del sentimiento anti-centralista e independentista
dentro del territorio. La experiencia de hacer llegar la arquitectura donde no la hay, nos habla por una parte de
lugares a descubrir que se inauguran por el oficio arquitectónico… “Por otra
parte, nos llama a repensar lugares que no han sido abordados por la
arquitectura, quedando por ende desvinculados de su entorno, función y realidad, dentro
de este contexto que nos alerta de observar para re-interpretar con la
arquitectura y por medio de ella, otorgar identidad” (1).
(1) BROWN, Enrique
(2011). “En Arquitectura: Crítica y nueva época”. Editorial STOQ. Santiago,
Chile.
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